Episodio 8: Dedicaciones de los templos en América
Pueblo Indígena de las Américas
Del artículo original en inglés de Wikipedia
A partir de 1492, las culturas americanas y europeas intentaron buscar explicaciones para el origen de esos seres con los que se estaban encontrando. En ambos grupos culturales, las primeras explicaciones fueron religiosas: los aztecas pensaban que era el dios-héroe Quetzalcóatl, mientras que los europeos pensaron que los pobladores de América eran las tribus perdidas de Israel. En1650, James Ussher estableció, basado en la Biblia, que las tribus perdidas abandonaron Israel en el año 721 a. C. y, sobre esa base, la cultura europea sostuvo que América había sido poblada alrededor del año 500 a. C. En sentido contrario, las culturas mesoamericanas consideraban que la presencia humana en el continente americano era muy anterior al que suponían los europeos. El Imperio Maya tenía registros históricos escritos al menos desde agosto de 3114 a. C. Otras culturas, como la zapoteca, tenían registros escritos de hechos históricos que se remontaban al año 500 a. C.
Los europeos no tuvieron acceso a esos conocimientos de las civilizaciones mesoamericanas e ignoraron la existencia de estos registros hasta el siglo XX. Por esa razón las teorías bíblicas sobre el poblamiento de América fueron dominantes hasta los comienzos del siglo XX.
La evidencia paleoantropológica apoya la hipótesis de que los humanos llegaron a América procedentes de Siberia, en el extremo noreste de Asia.
Desde el punto de vista de la teoría del poblamiento tardío, los paleoamericanos entraron al continente durante la última glaciación, que permitió el paso hacia el Nuevo Mundo a través de Beringia. Este evento ocurrió hace entre 14 mil y 13 mil años. Por otro lado, la teoría del poblamiento temprano dice que los humanos llegaron a América mucho antes, basados en el descubrimiento de restos cuyos fechamientos por carbono 14 dan una antigüedad de más que 14 mil años. La investigación paleoantropológica se suma a la información producida por la genética, que ha servido para reforzar algunas conjeturas sobre el origen de los americanos.
En general, se considera que la mayor parte de los indígenas americanos son descendientes de un grupo único proveniente del noreste o el oriente de Asia. Los pueblos de habla na-dené son descendientes de una segunda ola migratoria que se estableció en el norte de América, mientras que los esquimales llegaron al continente en el flujo migratorio más reciente.1 Después de que los paleoamericanos entrasen al continente, el paso de Beringia fue cubierto nuevamente por el mar, de modo que quedaron prácticamente aislados del resto de la humanidad. Salvo el caso de una breve colonización vikinga en la costa de Canadá y Groenlandia, no hay evidencia contundente que respalde un posible contacto transoceánico entre la América precolombina y el resto del mundo.
Después del contacto colombino se plantearon algunas conjeturas para explicar el origen de los indígenas americanos, por ejemplo, mediante el mito de la Atlántida o de las tribus perdidas de Israel. El avance de la investigación científica permitió demostrar que no había relación material entre el origen de los amerindios y esas creencias, por lo que esas antiguas hipótesis quedaron descartadas.
Los patrones genéticos indican que los indígenas de América experimentaron varios episodios genéticos bien marcados: El primero y más importante se dio con el poblamiento inicial de América proveniente de Siberia, el de lospaleoamericanos, el cual sería el factor preponderante en el número de linajes y de marcadores genéticos encontrados en la actualidad en las poblaciones indígenas. Un poblamiento posterior correspondería al de los pueblos na-dené de Norteamérica y otro al de los esquimo-aleutas en el extremo Norte; todos ellos también provenientes de Siberia. Adicionalmente es posible aunque aún no comprobado, el aporte genético europeo en la América precolombina.
Es altamente probable que el hombre americano primitivo proceda del continente asiático, especialmente de las estepas siberianas o de la región del Sudeste asiático. Las semejanzas entre grupos poblacionales asiáticos de esas regiones y la mayoría de los aborígenes americanos ha sido objeto de análisis: etnología, lingüística, cosmología y el pico del continente se haya producido de norte a sur.
Las culturas prehistóricas y las civilizaciones de América se desarrollaron de manera aislada al resto del planeta.
No existen pruebas serias de la llegada a América de seres humanos luego de que se cerrara el Puente de Beringia hace 11 mil años (Scott A. Elias7 ), ni hay pruebas contundentes que permitan concluir definitivamente que los pueblos americanos tuvieron contactos con pueblos de otros continentes. Está probado que en 982 los vikingos comenzaron la exploración deGroenlandia y Canadá, pero su penetración en el continente no fue significativa. Otras hipótesis, como la llegada de los fenicios, egipcios, griegos, hebreos, chinos, japoneses, jowanes y polinesios gracias a sus habilidades marítimas, siguen siendo hipótesis de difícil demostración.
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Del artículo original en inglés de Wikipedia
A partir de 1492, las culturas americanas y europeas intentaron buscar explicaciones para el origen de esos seres con los que se estaban encontrando. En ambos grupos culturales, las primeras explicaciones fueron religiosas: los aztecas pensaban que era el dios-héroe Quetzalcóatl, mientras que los europeos pensaron que los pobladores de América eran las tribus perdidas de Israel. En1650, James Ussher estableció, basado en la Biblia, que las tribus perdidas abandonaron Israel en el año 721 a. C. y, sobre esa base, la cultura europea sostuvo que América había sido poblada alrededor del año 500 a. C. En sentido contrario, las culturas mesoamericanas consideraban que la presencia humana en el continente americano era muy anterior al que suponían los europeos. El Imperio Maya tenía registros históricos escritos al menos desde agosto de 3114 a. C. Otras culturas, como la zapoteca, tenían registros escritos de hechos históricos que se remontaban al año 500 a. C.
Los europeos no tuvieron acceso a esos conocimientos de las civilizaciones mesoamericanas e ignoraron la existencia de estos registros hasta el siglo XX. Por esa razón las teorías bíblicas sobre el poblamiento de América fueron dominantes hasta los comienzos del siglo XX.
La evidencia paleoantropológica apoya la hipótesis de que los humanos llegaron a América procedentes de Siberia, en el extremo noreste de Asia.
Desde el punto de vista de la teoría del poblamiento tardío, los paleoamericanos entraron al continente durante la última glaciación, que permitió el paso hacia el Nuevo Mundo a través de Beringia. Este evento ocurrió hace entre 14 mil y 13 mil años. Por otro lado, la teoría del poblamiento temprano dice que los humanos llegaron a América mucho antes, basados en el descubrimiento de restos cuyos fechamientos por carbono 14 dan una antigüedad de más que 14 mil años. La investigación paleoantropológica se suma a la información producida por la genética, que ha servido para reforzar algunas conjeturas sobre el origen de los americanos.
En general, se considera que la mayor parte de los indígenas americanos son descendientes de un grupo único proveniente del noreste o el oriente de Asia. Los pueblos de habla na-dené son descendientes de una segunda ola migratoria que se estableció en el norte de América, mientras que los esquimales llegaron al continente en el flujo migratorio más reciente.1 Después de que los paleoamericanos entrasen al continente, el paso de Beringia fue cubierto nuevamente por el mar, de modo que quedaron prácticamente aislados del resto de la humanidad. Salvo el caso de una breve colonización vikinga en la costa de Canadá y Groenlandia, no hay evidencia contundente que respalde un posible contacto transoceánico entre la América precolombina y el resto del mundo.
Después del contacto colombino se plantearon algunas conjeturas para explicar el origen de los indígenas americanos, por ejemplo, mediante el mito de la Atlántida o de las tribus perdidas de Israel. El avance de la investigación científica permitió demostrar que no había relación material entre el origen de los amerindios y esas creencias, por lo que esas antiguas hipótesis quedaron descartadas.
Los patrones genéticos indican que los indígenas de América experimentaron varios episodios genéticos bien marcados: El primero y más importante se dio con el poblamiento inicial de América proveniente de Siberia, el de lospaleoamericanos, el cual sería el factor preponderante en el número de linajes y de marcadores genéticos encontrados en la actualidad en las poblaciones indígenas. Un poblamiento posterior correspondería al de los pueblos na-dené de Norteamérica y otro al de los esquimo-aleutas en el extremo Norte; todos ellos también provenientes de Siberia. Adicionalmente es posible aunque aún no comprobado, el aporte genético europeo en la América precolombina.
Es altamente probable que el hombre americano primitivo proceda del continente asiático, especialmente de las estepas siberianas o de la región del Sudeste asiático. Las semejanzas entre grupos poblacionales asiáticos de esas regiones y la mayoría de los aborígenes americanos ha sido objeto de análisis: etnología, lingüística, cosmología y el pico del continente se haya producido de norte a sur.
Las culturas prehistóricas y las civilizaciones de América se desarrollaron de manera aislada al resto del planeta.
No existen pruebas serias de la llegada a América de seres humanos luego de que se cerrara el Puente de Beringia hace 11 mil años (Scott A. Elias7 ), ni hay pruebas contundentes que permitan concluir definitivamente que los pueblos americanos tuvieron contactos con pueblos de otros continentes. Está probado que en 982 los vikingos comenzaron la exploración deGroenlandia y Canadá, pero su penetración en el continente no fue significativa. Otras hipótesis, como la llegada de los fenicios, egipcios, griegos, hebreos, chinos, japoneses, jowanes y polinesios gracias a sus habilidades marítimas, siguen siendo hipótesis de difícil demostración.
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1. Salt Lake City, Utah, 1893, Wilford Woodruff
Recuerda con la misma pena los restos menguantes de la Casa de Israel, los descendientes de Lehi tu siervo. Restauralos te rogamos, a tu favor antiguo, cumple en su integridad las promesas hechas a sus padres, y hacer de ellos una raza blanca y deleitable, un pueblo queridos y santos como en tiempos pasados. Que el tiempo también esté cerca a mano cuando quieras tú reunir a los dispersos de Israel de las islas del mar y de todas las tierras en las que tú les has dispersado, y las diez tribus de Jacob de su escondite en el norte, y restaurarlos a la comunión y a la comunión con sus hermanos de la simiente de Abraham.
2. Laie, Hawaii, 1919, Heber J. Grant
Oh Dios, acepta la gratitud y el agradecimiento de nuestros corazones por las labores maravillosas y espléndidas realizadas en la tierra de Hawai por tus siervos el presidente George Q. Cannon y Joseph F. Smith. Te damos gracias por su devoción al evangelio y al pueblo de esta tierra. Te damos gracias porque levantaste a tu siervo, el pastor JH Napela, quien dedicó Hawai, quien ayudó a tu siervo, el presidente Cannon, en la traducción del Libro de Mormón, que es la historia sagrada de los nefitas, lamanitas, y los jareditas. Te damos gracias por que las placas que contienen el Libro de Mormón se han conservado de manera que se puedieran traducir, y que tus palabras al profeta José Smith se cumplieran, es decir, "Que los lamanitas lleguen al conocimiento de sus padres, y que sepan de las promesas del Señor, y que puedan creer en el evangelio y se basen en los méritos de Jesucristo, y ser glorificado por medio de la fe en su nombre, y que a través de su arrepentimiento puedan ser salvos."
Te damos gracias por los miles y decenas de miles de los descendientes de Lehi en esta tierra favorecida que han llegado a un conocimiento del Evangelio, muchos de los cuales han permanecido fieles hasta el final de sus vidas. Te damos gracias, nuestro Padre y nuestro Dios, porque aquellos que están vivos y que han aceptado el Evangelio tienen ahora el privilegio de entrar en esta santa casa, y trabajar por la salvación de las almas de sus antepasados.
Te damos gracias por los miles y decenas de miles de los descendientes de Lehi en esta tierra favorecida que han llegado a un conocimiento del Evangelio, muchos de los cuales han permanecido fieles hasta el final de sus vidas. Te damos gracias, nuestro Padre y nuestro Dios, porque aquellos que están vivos y que han aceptado el Evangelio tienen ahora el privilegio de entrar en esta santa casa, y trabajar por la salvación de las almas de sus antepasados.
3. Cardston, Alberta, 1923, Heber J. Grant
Te rogamos, Señor, que Tú detengas la mano del destructor entre los descendientes de Lehi que residen en esta tierra, y que les des cada vez mayor virilidad y la salud más abundante, que no se pierda como un pueblo, pero que a partir de este momento puedan aumentar en número y en fuerza y en influencia, que todas las promesas grandes y gloriosas hechos sobre los descendientes de Lehi se cumpla en ellos, para que puedan crecer en el vigor del cuerpo y la mente, y por encima de todo en el amor para ti y tu hijo, y el aumento de la diligencia y en la fidelidad en guardar los mandamientos que han llegado a ellos a través del evangelio de Jesucristo, y que muchos de ellos todavía pueden tener el privilegio de entrar en esta santa casa y recibir las ordenanzas para ellos y sus antepasados difuntos.
4. Mesa, Arizona, 1927, Heber J. Grant
Te rogamos, Señor, que Tú detenegas la mano del destructor entre los descendientes de Lehi que residen en esta tierra y les des la virilidad y la salud cada vez más abundante, que no se pierdan como un pueblo, pero que a partir de este momento puedan aumentar en número y en fuerza y en influencia, que todas las promesas grandes y gloriosas hechas sobre los descendientes de Lehi se cumplan en ellos, para que puedan crecer en el vigor del cuerpo y la mente, y, sobre todo en amor hacia tí y tu hijo, y aumenten en diligencia y en fidelidad en guardar los mandamientos que han llegado a ellos a través del evangelio de Jesucristo, y que muchos de ellos pueden tener el privilegio de entrar en esta santa casa y recibir las ordenanzas para ellos y sus difuntos antepasados.
5. Hamilton, New Zealand, 1958, David O. McKay
Oh Dios, nuestro Padre Eterno, en esta importante y sagrada ocasión unimos nuestros corazones y levantamos nuestras voces en señal de gratitud, alabanza y honor a tu nombre santo. Expresamos gratitud por estas islas fértiles Tú has guiado a los descendientes de Lehi, y has permitido que prosperen, se desarrollen y lleguen a ser asociados en la historia con las naciones líderes e influyentes de la humanidad.
6. Ogden, Utah, 1972, Joseph Fielding Smith
Recuerda, oh Señor, tus pactos con Abraham, Isaac y Jacob acerca de sus semillas, y con Lehi y Nefi y tu "otras ovejas" en el continente americano, que sus descendientes deben tener las bendiciones del Evangelio ", que son las bendiciones de la salvación, incluso de la vida eterna." Causa que los restos dispersos de tu antiguo pueblo elegido puedan abrir sus corazones al mensaje de los profetas vivientes que tú ahora mandas a ellos.
7. Laie, Hawaii, 1978 Rededication, Spencer W. Kimball
Y estamos, muy agradecida, nuestro Padre Celestial, que como se indica en el Libro de Mormón "que los lamanitas lleguen al conocimiento de sus padres, y que sepan de las promesas del Señor, y que pueden creer en el evangelio y se basen en los méritos de Jesucristo, y sean glorificado por medio de la fe en su nombre, y que a través de su arrepentimiento puedan ser salvos." Estamos profundamente agradecidos, nuestro Padre Celestial, que alrededor de medio millón o más de los descendientes de Lehi ya son miembros respetados y queridos de este, tu reino.
8. Sao Paulo, Brazil, 1978, Spencer W. Kimball
Te damos gracias por que trajiste a Lehi y a su familia a esta tierra de promisión y que estableciste a tu pueblo, los nefitas y los lamanitas y su Libro de Mormón.
9. Apia, Samoa, 1983, Gordon B. Hinckley
Estamos muy agradecidos por estas hermosas islas de Samoa, y por tus fieles santos que viven aquí. Jacob, hijo de Lehi, declaró en la antigüedad: "Grandes son las promesas del Señor a los que se encuentran en las islas de la mar." Hemos sido testigos del cumplimiento de tu alianza, porque tú no te has olvidado de ellos.
10. Mexico City Mexico Temple, 1983, Gordon B. Hinckley
Bendice a tus santos en esta gran tierra y a los de otros países que utilicen este templo. La mayoría tiene en sus venas la sangre de Lehi. Tú has guardado Tu antigua promesa. Muchos miles de personas "que andaba en tinieblas has visto una gran luz."
11. Guatemala City, Guatemala, 1984, Gordon B. Hinckley
Amable y misericordioso Padre, nuestros corazones se llenan de gratitud porque has recordado a los hijos e hijas de Lehi, a las muchas generaciones de nuestros padres y madres que han sufrido tanto y que han caminado durante tanto tiempo en la oscuridad. Tú has oído sus llantos y visto sus lágrimas. Ahora se les abrirán las puertas de la salvación y la vida eterna.
12. Lima, Peru, 1986, Gordon B. Hinckley
Estamos especialmente conscientes hoy de los hijos e hijas de Lehi. Ellos han sufrido tanto y pasado tanto dolor en sus muchas generaciones. Ellos han caminado en la oscuridad y en la servidumbre. Ahora Tú los has tocado por la luz del evangelio eterno. Los grilletes de la oscuridad están cayendo de sus ojos mientras abrazan las verdades de tu gran trabajo. Sin duda, el padre Lehi ha llorado de dolor por su posteridad. Seguramente hoy llora de alegría, pues en esta santa casa se ejercerá la plenitud del sacerdocio para la bendición, no sólo de las generaciones presentes y futuras, sino también para la bendición de las generaciones pasadas.
Deja que tu pueblo se regocije en el maravilloso don que les has dado. Que sean fieles a ti, que se puedan encontrar siempre dignos de entrar en esta santa casa y participar de las bendiciones que aquí se ofrecen. A través de las ordenanzas que se realizarán en esta casa, bajo la autoridad del sacerdocio eterno, ahora tienen disponible todos los dones por el tiempo y la eternidad que has derramado en ésta, la dispensación de la plenitud de los tiempos.
Deja que tu pueblo se regocije en el maravilloso don que les has dado. Que sean fieles a ti, que se puedan encontrar siempre dignos de entrar en esta santa casa y participar de las bendiciones que aquí se ofrecen. A través de las ordenanzas que se realizarán en esta casa, bajo la autoridad del sacerdocio eterno, ahora tienen disponible todos los dones por el tiempo y la eternidad que has derramado en ésta, la dispensación de la plenitud de los tiempos.
13. Buenos Aires, Argentina, 1986, Thomas S. Monson
Padre, continúa bendiciendo a la simiente de Abraham, Isaac y Jacob así como a los descendientes de Lehi y Nefi, que las promesas contenidas en la Santa Biblia y en el Libro de Mormón se puedan cumplir y nuestros hogares y familias sean bendecido abundantemente.
14. San Diego, California, 1993, Gordon B. Hinckley
Este templo será utilizado por muchos de los hijos e hijas del Padre Lehi. Te damos gracias por su fidelidad. Te damos gracias por este día en que tú estás recordando tu antigua alianza en favor de estos, tus hijos, de cuyos ojos los grilletes de la oscuridad, ahora están cayendo. Bendice a la posteridad de Lehi, te rogamos. Levanta de sus hombros cansados las cargas del pasado. Concede a aquellos que caminan en la fe una comprensión amplia de las cosas divinas, así como las bendiciones de paz y prosperidad temporal.
15. Vernal, Utah, 1997, Gordon B. Hinckley
Toca los corazones de tu pueblo con un gran deseo de venir aquí con frecuencia y servir en una obra singular de dedicación. Bendice a los santos fieles de esta zona. Abre las ventanas de los cielos y riega abundantes bendiciones sobre ellos. Que pueda haber una reconciliación de los sentimientos entre los descendientes de Lehi y los que han venido a residir en estos valles. Que las viejas animosidades se disipen, y pueda reinar un renovado espíritu de fraternidad y de amor y respeto. Bendice a tu Iglesia y al Reino dondequiera que se establezca. Vigila y ve delante de tus mensajeros de la verdad eterna por todo el mundo. Abra las puertas de las naciones a la predicación del evangelio. Toca los corazones de los reyes y gobernantes y aquellos en las altas esferas de gobierno que los misioneros pueden ser protegidos y bendecidos en su trabajo sagrado. Que tu reino se extienda por toda la tierra, "bello como la luna, brillante como el sol, imponente como ejércitos con estandartes" (D. y C. 109:73).
16. Monticello, Utah, 1998, Gordon B. Hinckley
Recordamos delante de ti de una manera especial a los hijos e hijas del Padre Lehi. Que a medida que acepten y sigan el evangelio de tu hijo se eleven a nuevos niveles de crecimiento y prosperidad. Que sean magnificados en el conocimiento y el testimonio cuando vengan a este templo sagrado y reciban las bendiciones que se hallan dentro de estos muros consagrados. Que la paz y el amor exista entre todos los que viven en esta área.
17. Colonia Juarez Chihuahua Mexico, 1999, Gordon B. Hinckley
Bendice a tus santos para que puedan seguir viviendo aquí sin ser molestados. Que puedan vivir en paz y seguridad. Permite que prosperen al cultivar sus fincas y al dedicarse a sus vocaciones. Que los hijos e hijas del Padre Lehi crezcan en fuerza y en el cumplimiento de las promesas antiguas hechas sobre ellos. Que haya paz permanente entre las culturas y que pueden vivir juntos con amor y respeto uno por el otro. Bendice a todos tus santos para que puedan vivir en fidelidad delante de ti. Abre las ventanas de los cielos y derrama tus bendiciones sobre ellos. Causa que la lluvia caiga sobre los campos sedientos. Bendice a su posteridad para que vayan por la tierra como maestros de la verdad eterna. "¡Oh Señor, salva a tu pueblo de las calamidades de los malvados, permite a tus siervos que puedan sellar la ley, y une su testimonio, para que puedan estar preparados para el día de la quema" (D. y C. 109:46).
18. Tuxtla Gutierrez Mexico, 2000, James E. Faust
Invocamos Tus bendiciones sobre este pueblo de México, donde muchos de los hijos e hijas del Padre Lehi habitan. Bendice a estos tus hijos. Sacalos de las profundidades de la pobreza. Trae una nueva luz y entendimiento en sus mentes. Causa que se regocijen en tu cuidado por ellos. Que haya alimento en sus mesas y prendas de vestir en sus espaldas, un techo sobre sus cabezas, y todo aquello que su corazón pueda desear en justicia. A medida que paguen sus diezmos y ofrendas, abre las ventanas del cielo y riega bendiciones sobre ellos de acuerdo a tu antigua promesa dada por medio de Malaquías.
19. Cochabamba, Bolivia, 2000, Gordon B. Hinckley
Recordamos ante Ti a los hijos e hijas del Padre Lehi. Guarda sus antiguas promesas en su nombre. Levanta de sus hombros las cargas de la pobreza y haz que las cadenas de la oscuridad se caigan de sus ojos. Que puedan elevarse a sus glorias pasadas. Que reconozcan a su Redentor y puedan ser santos fieles y verdaderos del Altísimo. Que puedan aprender de los mejores libros (véase D. y C. 88:118). Que la luz de la educación abra nuevas y maravillosas oportunidades en sus vidas.
20. Villahermosa Mexico, 2000, Thomas S. Monson
Oramos por la presidencia del templo, por la matrona y sus asistentes, y por todos los que sirven aquí de alguna manera. Dales fortaleza y alegría al hacerlo. Que tus propósitos eternos para los hijos e hijas de Lehi se realicen en esta santa casa. Que todas las bendiciones del evangelio eterno se derramen sobre ellos, y que el sufrimiento de los siglos se suavice a través de la beneficencia de tu amoroso cuidado.
21. Snowflake, Arizona, 2002, Gordon B. Hinckley
Estamos muy agradecidos porque esta, tu casa, estará disponible para los hijos e hijas de Lehi que viven cerca. Que las escalas de oscuridad se caigan de sus ojos y que traigan el cumplimiento de las promesas antiguas hechas a ellos. Que esta casa se convierta en un santuario sagrado para muchos de ellos, nuestros hermanos y hermanas.
22. Monticello, Utah, 2002 Rededication, Gordon B. Hinckley
Como oramos en el momento de la dedicación:
"Recordamos enfrente tuyo de una manera especial a los hijos e hijas del Padre Lehi. Que se eleven a nuevos niveles de crecimiento y prosperidad a medida que abracen y sigan el evangelio de tu Hijo. Que sean magnificados y ampliados en su conocimiento y testimonio en cuanto vengan a este sagrado templo y reciban las bendiciones que se pueden tener dentro de estos muros consagrados. Que la paz y el amor exista entre todos los que viven en esta área."
"Recordamos enfrente tuyo de una manera especial a los hijos e hijas del Padre Lehi. Que se eleven a nuevos niveles de crecimiento y prosperidad a medida que abracen y sigan el evangelio de tu Hijo. Que sean magnificados y ampliados en su conocimiento y testimonio en cuanto vengan a este sagrado templo y reciban las bendiciones que se pueden tener dentro de estos muros consagrados. Que la paz y el amor exista entre todos los que viven en esta área."
23. Quetzaltenango, Guatemala, 2011, Dieter F. Uchtdorf
Nuestro querido y misericordioso Padre, nuestros corazones están llenos de gratitud porque has recordado a los hijos e hijas de Lehi. Tú has oído sus llantos y visto sus lágrimas. Tú has aceptado sus sacrificios de justicia.
Te damos gracias por el registro sagrado de Lehi, Nefi y Jacob, Alma y Mosíah, Benjamín y Mormón y de Moroni. Te damos gracias por esa voz que ha llegado desde el polvo para dar testimonio de la divinidad de tu Hijo Amado, el Señor Jesucristo.
Has enviado a tu profeta Elías para hacer volver los corazones de los padres hacia los hijos y los corazones de los hijos hacia los padres. Este santo templo abre las puertas de la eternidad para que estos efectos pueden ser cumplidas.
Te damos gracias por el registro sagrado de Lehi, Nefi y Jacob, Alma y Mosíah, Benjamín y Mormón y de Moroni. Te damos gracias por esa voz que ha llegado desde el polvo para dar testimonio de la divinidad de tu Hijo Amado, el Señor Jesucristo.
Has enviado a tu profeta Elías para hacer volver los corazones de los padres hacia los hijos y los corazones de los hijos hacia los padres. Este santo templo abre las puertas de la eternidad para que estos efectos pueden ser cumplidas.
24. Otras referencias que dicen que los indios americanos son lamanitas
1. Melvin J. Ballard en la oración dedicatoria para la predicación del evangelio en América del Sur, 25 de diciembre de 1925:
Y oramos para que podamos ver el inicio del cumplimiento de tus promesas contenidas en el Libro de Mormón al indio de esta tierra, que es un descendiente de Lehi, millones de los cuales residen en este país, que han sido durante mucho tiempo oprimidos, y han sufrido muchas aflicciones a causa del pecado y la transgresión, así como los profetas del Libro de Mormón predijeron. Pero tú inspiraste a estos profetas para que prometieran a sus descendientes que darías a luz, en los últimos días, los registros de sus padres, y que cuando estos registros se presentaran a sus hijos, ellos comienzarán a creer, y que cuando hicieran esto, tu favor se volvería a ellos, y entonces tú recuerdas las promesas hechas a sus padres, que si sus descendientes se arrepienten y reciben el evangelio, ellos comenzarán a prosperar y serán bendecido en la tierra una y otra vez, y se convertiría en un pueblo blanco y deleitable. Padre, deja que tu espíritu obre sobre ellos, y que manifieste la verdad de estas cosas, como nosotros, y tus siervos que nos siguen, dará testimonio de tus preciosas promesas a esta rama de la casa de Israel.
2. Spencer W. Kimball, 1971:
El término lamanita incluye a todos los indios y a las mezclas de indios, como los polinesios, los guatemaltecos, peruanos, así como los sioux, apaches, Mohawk, los navajos, y otros. Se trata de un gran grupo grande de personas... No hay bendiciones, de todas las que uno puede imaginar, a la que ustedes no tienen derecho, para usted, los lamanitas, cuando son justos. Ustedes son de sangre real, de los hijos de Abraham, Isaac, Jacob, José, y Lehi.
3. LeGrand Richards [Apóstol] 1954:
Las personas de piel oscura que ocuparon estas tierras de América a partir de entonces fueron llamados "lamanitas", que son las personas conocidas en general como los indios americanos, todos los cuales son de la casa de Israel
4. La Ensign (revista oficial de la iglesia) publicó un artículo de John Sorenson, uno de los más destacados defensores de la presencia de otros pueblos que no eran israelitas en las Américas:
La evidencia arqueológica de todas las áreas del Nuevo Mundo, donde los primeros nefitas y los lamanitas podrían haber vivido deja en claro que los pueblos que descienden de los jareditas también vivieron durante la época de los descendientes de Lehi. Teniendo en cuenta la ambición de Lamán y Lemuel de gobernar, tal vez ellos o sus descendientes gobernaron y se absorbieron con esos "nativos". Los guardianes nefitas de estos registros tal vez no conocía los detalles de ese proceso, pero esa es la mejor explicación que yo conozco del crecimiento notable en el número de lamanitas.
Y oramos para que podamos ver el inicio del cumplimiento de tus promesas contenidas en el Libro de Mormón al indio de esta tierra, que es un descendiente de Lehi, millones de los cuales residen en este país, que han sido durante mucho tiempo oprimidos, y han sufrido muchas aflicciones a causa del pecado y la transgresión, así como los profetas del Libro de Mormón predijeron. Pero tú inspiraste a estos profetas para que prometieran a sus descendientes que darías a luz, en los últimos días, los registros de sus padres, y que cuando estos registros se presentaran a sus hijos, ellos comienzarán a creer, y que cuando hicieran esto, tu favor se volvería a ellos, y entonces tú recuerdas las promesas hechas a sus padres, que si sus descendientes se arrepienten y reciben el evangelio, ellos comenzarán a prosperar y serán bendecido en la tierra una y otra vez, y se convertiría en un pueblo blanco y deleitable. Padre, deja que tu espíritu obre sobre ellos, y que manifieste la verdad de estas cosas, como nosotros, y tus siervos que nos siguen, dará testimonio de tus preciosas promesas a esta rama de la casa de Israel.
2. Spencer W. Kimball, 1971:
El término lamanita incluye a todos los indios y a las mezclas de indios, como los polinesios, los guatemaltecos, peruanos, así como los sioux, apaches, Mohawk, los navajos, y otros. Se trata de un gran grupo grande de personas... No hay bendiciones, de todas las que uno puede imaginar, a la que ustedes no tienen derecho, para usted, los lamanitas, cuando son justos. Ustedes son de sangre real, de los hijos de Abraham, Isaac, Jacob, José, y Lehi.
3. LeGrand Richards [Apóstol] 1954:
Las personas de piel oscura que ocuparon estas tierras de América a partir de entonces fueron llamados "lamanitas", que son las personas conocidas en general como los indios americanos, todos los cuales son de la casa de Israel
4. La Ensign (revista oficial de la iglesia) publicó un artículo de John Sorenson, uno de los más destacados defensores de la presencia de otros pueblos que no eran israelitas en las Américas:
Buen episodio, muchachos. Este siempre es un tema fascinante para mi, ya que fue por él que me percaté de las incongruencias entre mis creencias religiosas y la realidad.
ResponderEliminarMás encima, es un tema muy apropiado para los SUD hispanohablante, como Uds ya sabrán, con todas las enseñanzas de los lamanitas (o los lehitas, nefitas, etc).
Gracias por escuchar, gmotct. Para mi, hay este cambio tan interesante de hablar con confianza y certeza que todos los pueblos indigenas en las Americas y el Pacifico son lamanitas, para no querer identificarlos mas.
ResponderEliminarPero, dado los problems de ADN y arquiologia, Los lamanitas estan perdidos de nuevo; y no se como se puede resolver esto visto que tenemos tantas profecias en el Libro de Mormon y Dotrina y Convenios sobre traer el evangelio a ellos.
Exacto. Si hemos de traer el evangelio a los lamanitas, para que sean "puros"(blancos) otra vez, tenemos que saber dónde encontrarlos. En los D y C, cuando Jesucristo mandó a los misioneros a los lamanitas, podemos saber a dónde fueron a través de la historia de la iglesia.
ResponderEliminarEs claro que los profetas pasados de la iglesia no consideraban que ofrecían sus "opiniones" cuando hablaron de los lamanitas. Hoy en día, los apologistas quieren convencernos, en esencia, que todos estos profetas anteriores se equivocaron grandemente sobre los lamanitas y otros temas... pero que todavía debemos seguir al profeta y la iglesia.
Eso no me cuadra. Cuando un profeta de Dios declara contundentemente y "con orgullo" (como lo hizo Spencer W. Kimball en su discurso "Of Royal Blood"), para mí, se entiende que habla por Dios. Así me enseño la iglesia; así me indica las escrituras, sobre todo los D y C.
ho dios eterno padre tu que moras en el celestialhogar cuando volvere a verte ytu santa faz mirar
ResponderEliminar??????
ResponderEliminarLa conclusion de pesquisas mormonas es menos concluyente y menos pribable que lo que enseña la iglesia.
ResponderEliminarQue conclusion es esa?
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