Episodio 93: La historia de Tatiana
La historia de Tatiana
Tatiana es una miembro de la iglesia mormona de Colombia. Hace poco ella compartió su experiencia con un hombre de su estaca en su muro de Facebook y fue lo suficientemente generosa como para darnos de su tiempo y responder nuestras preguntas. La siguiente es su historia tal como la compartió en su Facebook:
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Tatiana es una miembro de la iglesia mormona de Colombia. Hace poco ella compartió su experiencia con un hombre de su estaca en su muro de Facebook y fue lo suficientemente generosa como para darnos de su tiempo y responder nuestras preguntas. La siguiente es su historia tal como la compartió en su Facebook:
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Acerca
de cómo algunos líderes de la iglesia mormona han arruinado a mi familia
He
decidido en la soledad de mi habitación escribir esta nota dirigida a todos los
miembros de la iglesia mormona, aquellos a quienes conozco y también a quienes
desconozco, a mi familia, amigos y sobretodo a las mujeres que sé, habrán
estado en una situación similar a la mía....
Varios
de mis conocidos habrán de saber que mi proyecto de vida lo he venido
construyendo a lo largo de estos dos últimos años fuera del país, más
exactamente en Argentina, en donde conocí a un hombre maravilloso y me esfuerzo
por estudiar una carrera que me promete enormes recompensas laborales.
Pues
bien, encontrándome el año ante pasado en uno de mis casuales regresos a
Colombia, y por supuesto visitando a mi familia, éstos me recibieron con una
alegre noticia: habían conseguido establecer una nueva amistad dentro de la
iglesia, llena de “amor”, “sinceridad” y “respeto” con la familia Sarmiento,
quien lleva como patriarca al “hermano” Jhon Jairo Sarmiento, un hombre
aparentemente respetado y de mucho honor dentro de la organización, que
anteriormente había sido Obispo y absolutamente nada daba para pensar mal de su
persona. Razones por las cuales mis padres decidieron permitir su ingreso a
nuestra casa (en ese entonces yo estaba ausente) y acogerlo como a un miembro
más de la familia.
Volviendo
a lo anterior, el hermano Sarmiento me recibió de manera muy atenta luego de mi
regreso de Argentina, incluso desde el primer día me saludó con una llamativa
frase: “me debes una entrevista”.
Las
cosas continuaron relativamente normales, mi lejanía de la iglesia siempre
estuvo presente, y por esta razón la insistencia del hermano Sarmiento sobre su
tan deseada entrevista conmigo no daba nada para sospechar.
Unos
días después, este mismo hermano y yo tuvimos una conversación por Facebook, conversación
tal que se fue alargando por días, e incluso se trasladó en ocasiones a Skype,
en las cuales, empezando él con temas banales, comenzó a dirigirse a temas
personales...
He
de aclarar que para cualquier mujer es muy fácil identificar cuando un hombre
esta interesado en ella, sobretodo si se trata de un interés que va más allá
que el de una amistad, y al descubrirlo, enseguida sentí indignación, rabia,
odio, molestia, traición y demás sentimientos fuertemente negativos en contra
de este hombre que mis padres habían recibido con sincera confianza en nuestra
casa. Así fue como valiéndose de este lugar otorgado por mi familia, el hermano
Sarmiento (felizmente casado) empezó a buscarme a mi, una de las hijas más
jóvenes de la familia (mi edad era de 20 y el tenía casi 60) con fines
claramente adúlteros.
Ante
mi descubrimiento, llena de rabia e impotencia, lo primero que pensé fue lo
siguiente: “este señor merece que todos se enteren de la clase de persona que
es, voy a seguirle la corriente, voy a mostrarle esto a su esposa e hijas, a
mis padres, también al presiente Chavez, voy a chantajearlo y luego a
desenmascararlo, que padezca su miserabilidad, voy a darle un poco de su propia
medicina”.
Valiéndome
de este ardid, después de casi un mes de charlas virtuales, conseguí tener un
testimonio escrito de sus insistentes y obscenas propuestas.
El
cinismo y la deshonestidad de la situación me abrumaban, cómo este hombre
encargado de ser una guía de la moral y los principios de la religión, se
servía de su posición e influencia para dar rienda suelta a sus más bajas
pasiones. Mi indignación crecía al darme cuenta quién era este oscuro personaje
al que los inocentes miembros de la iglesia se entregaban pidiendo consejo
sobre sus cuestiones íntimas y personales. De este modo, ya no quería enterarme
más de esta desagradable situación, puesto que ya había conseguido obtener por
escrito una muestra de las imposturas de las que doy cuenta.
Como
el presidente Chavez también era un visitante habitual de mi casa, decidí recurrir
directamente a él y contarle lo sucedido con el hermano Sarmiento, ante lo cual
él me contestó: “¿tienes pruebas de esto? es muy grave lo que me dices, envíame
la conversación a mi correo”. Y así lo hice, a saber:
Después
de esto no volví a obtener respuesta alguna, ni de Chavez ni de Sarmiento.
Todos guardaron un sospechoso silencio. Todo quedó como si nada, pero sin
embargo el hermano Sarmiento continuaba visitando mi casa, todos los miércoles
iban a cine con mis papás él y su esposa, unos de visita aquí, otros de visita
allá, etc.
Yo
por mi parte decidí rendirme, detener mi odio y no contarle a mis papás nada de
lo sucedido, pues estaba segura que implicaría una decepción muy grande para
ellos, algo que los llevaría a abandonar la iglesia, y todo por culpa de un
perverso ex obispo que no tiene la más mínima vergüenza. Fue entonces cuando
regresé a Argentina con el sin sabor de la injusticia, intentando ignorar todo
lo anterior.
Ojalá
la historia terminara aquí, pero se fue alargando tanto que todavía dos años
después continúa dándome dolores de cabeza. Las arbitrariedades que descubrí se
cometen dentro de la iglesia y el monopolio de poder que manejan algunos
lideres me demuestra que la tal “iglesia verdadera” es solo una estafa. Así lo
descubrí cuando estando ya instalada de nuevo en Argentina, mi madre me llamó
para contarme entusiasmada que el hermano Sarmiento (todavía muy amigo de mi
familia) había sido nombrado primer consejero de la estaca Bucaramanga, noticia
que recibí con enorme molestia y no pude evitar enfurecerme. Inmediatamente me
dirigí (de nuevo) al Presidente Chavez (quien al igual que Sarmiento, en la
actualidad me han bloqueado de su Facebook):
le escribo porque me enteré coincidencialmente de una noticia de la iglesia, esto en realidad no es mi incumbencia, pero me sentí con la necesidad de decirle lo que pienso al respecto. Sarmiento ocupa un cargo en la presidencia de la estaca: secretario. Estas decisiones las toma usted y tendrá sus razones para hacerlo, yo no soy quien para recriminarselo, pero le digo que por estas cosas es que me siento absolutamente segura de que no haber vuelto a la iglesia fue la mejor decisión que pude haber tomado, y más allá de eso, no me atrevería a invitar a ningún ser querido a hacer parte de ella. Entiendo que para usted no interesa realmente la labor que debería cumplir un lider de la iglesia, y aún sabiendo lo que hablamos de Sarmiento, darle un cargo de esos es lo más irresponsable que pudo haber hecho. En todo caso espero que sepa como manejar la situación, porque en cualquier momento las cosas se le van a complicar. El que es no deja de ser, y en este caso hablar de arrepentimiento sería un chiste de mal gusto. Que tenga una feliz noche, y disculpe la molestia. Le pido, por último, que si esto no le interesa haga caso omiso, no es de mi interés general algún tipo de conflicto con nadie. Chao
Mi
molestia fue tanta que incluso al escribirle mi reclamo, me equivoque al
nombrar el nuevo cargo de Sarmiento, pues era de consejero, no de secretario,
sin embargo el presidente entendió bastante bien lo que le quería decir, y me
contestó lo siguiente:
Hasta
el día de hoy, sigo a la espera de la contestación que el Presidente se
comprometió a darme, pero también debo confesar que su silencio no me
sorprende.
En
mi siguiente regreso a Colombia, contemporáneo con estos últimos sucesos, se
presentó un hecho inexplicable: De mi habitación habían sido sustraídos mi
computador portátil y mi cámara personal, se nos hizo siempre inexplicable cómo
había sido yo la única víctima de un robo tan puntual y los “ladrones” pudiendo
ingresar a la casa, no se habían robado nada más que estas dos cosas. Todo lo
demás estaba intacto.
No
sufrí tanto por lo material, sino que la pérdida más importante era la de los
contenidos íntimos y personales que se encontraban en mis pertenencias. Al poco
tiempo retorné a argentina intentando olvidar lo sucedido. En un primer
momento, no había caído en cuenta que este hecho delictivo sólo podía ser
perpetuado por alguien que tuviera un habitual acceso a la casa de mis padres.
En
mi último regreso a Colombia, (diciembre del 2015) intenté por distintos medios
alejar a mi familia de la iglesia, pero no encontraba la forma de contarles lo
sucedido, aunque más que eso lo único que deseaba era separarlos de estas malas
personas que los rodeaban. Debido a lo anterior, en una noche de sinceridad, me
confesé con mis padres y les conté con detalle los hechos en cuestión. Les
mostré cada conversación y les hice saber con claridad mis razones del por qué
debían alejarse de ello. Si bien me había expuesto al mostrarle las
conversaciones al presidente, me avergonzaba que mis padres pudieran enterarse
de las conversaciones indecorosas que tenía en mi poder, pero los hechos se
dieron solos.
Mi
padres, personas bastante celosas y protectoras de sus hijas, que además ya
habían tenido algunos inconvenientes con el consejero Sarmiento, entraron en
ira, y de manera casi inmediata le reclamaron por lo sucedido; ante lo cual,
recibieron como respuesta:
-
“mi esposa Clara y el presidente Chavez ya saben de lo sucedido, su hija
Tatiana ha venido intentando seducirme y yo con total entereza me he negado a
sus propuestas”. -
Mi
mamá, entonces indignada por lo que escuchaba contesto:
-“ah,
¿entonces no era acaso usted quien escribía que quería besar sus labios? quien
le hacía propuestas claramente sexuales?”. -
Sarmiento
inmediatamente supo que mis padres estaban bien enterados de los sucedido, y en
un intento desesperado por salvarse dejo ver sus malas intenciones, y con tono
amenazante respondió:
-“si
Clara se entera de algo de lo que usted acaba de mencionar, voy a hacer publico
un video intimo que poseo de Tatiana, se lo voy a mostrar anónimamente a todos
los miembros de la iglesia para que sepan qué es lo que hace su hija en
Argentina. Y para que además aprendan a no meterse conmigo”.-
Las
discusiones entre mis padres y el hermano Sarmiento fueron en aumento hasta el
día de hoy, y el señor John Jairo continúa insistiendo en hacer uso de la
información que posee para aprovecharse de la situación, logrando así zafarse
de su responsabilidad moral ante los actos que ha cometido. Una prueba de ello
es un correo que envió a mis padres el 23 de marzo del presente año, en el cual
intenta mostrarme como una mala persona, con el único fin de restarme credibilidad
y aparecer como una víctima de todo lo sucedido:
La
imagen adjunta en el correo envido a mis padres es la siguiente:
Está
claro que la supuesta persona que envía el mensaje a su Facebook no existe
verdaderamente dentro de la iglesia, es más, si se ingresa al perfil, se puede
ver que éste no se encuentra activo ni muestra señales de ser usado por
alguien. Es decir, es un perfil de Facebook inventado únicamente para enviar el
mensaje que recibió el consejero Sarmiento.
Con
todo lo anterior, y dando por hecho que la única información que podría vulnerar
mi privacidad es la que se encontraba en el computador que me fue robado, puedo
comprender que esto es producto de una estrategia usada por él para explicar la
posesión de mi información personal, dado que de ninguna otra forma podría
hacer uso de ella de manera justificada. En este sentido, si hubiese sido una
persona extraña quien hubiera cometido el hurto, no tendría porqué conocer
acerca de mi participación en la iglesia y mucho menos de las normas que
existen dentro de ella. Sumado a esto, resulta significativamente sospechoso
que éste mensaje haya sido enviado precisamente al consejero sarmiento, siendo
que él no era mi líder inmediato ni alguien a quien habría acudido un conocedor
de la doctrina para hacérselo saber.
Entiendo
que en toda esta trama inescrupulosa mi privacidad se verá expuesta, pero no
creo que sea posible equiparar cuestiones vinculadas a mi vida intima con las
imposturas de una persona encumbrada en una comunidad religiosa, que es la
encargada de pregonar sobre valores y principios y que ocupa una función de
consejero y guía para miembros de la comunidad.
Como
adulta soy responsable de mis actos y los mismos se desligan de la
participación de mi familia en estos. Hace tiempo yo misma, por motivos
vinculados al descreimiento y la desconfianza que me generaron las
deshonestidades de algunos miembros, decidí alejarme de la iglesia,
haciéndoselo saber, en su momento, por una vía formal al presidente de estaca.
Si ahora me dirijo a ustedes, es por el dolor que me causa que el buen nombre de
mi familia sea mancillado, siendo que ellos en su momento, abrieron las puertas
de su casa y sentaron en su mesa a este, como él se define: “hombre natural”.
Por lo anterior, los hecho que yo haga en mi vida privada pertenecen a mi fuero
íntimo, y que estos queden expuestos no atenúan el accionar inescrupuloso y
deshonesto de una persona que ocupa un lugar de poder e influencia dentro de
una iglesia. Si escribo ésto, es para señalar lo dañoso que puede resultar que
una persona de estas características se sirva de su lugar de jerarquía para
obtener beneficios personales.
Las
malas intenciones de algunos líderes se pueden observar a simple vista, ellos
trabajan durante tiempo completo para silenciar este tipo de situaciones y
hacen uso de todas sus herramientas para lograrlo. Hoy son mis padres el chivo
expiatorio, dado que en este momento son una real amenaza para su lugar de
poder en la iglesia. Es por esto que ahora los atacan y hostigan
permanentemente. Les han retirado la recomendación para el templo, los
llamamientos que poseían, y la posibilidad de prestar una misión como pareja;
incluso amenazan con expulsarlos de la comunidad, tal como lo dice la siguiente
carta enviada a mi madre el pasado 30 de marzo:
En
este momento debo confesar que estoy temiendo por mi dignidad, que tengo claro
conocimiento de la información que había en el computador que me fue robado.
Comprendo que al haber decidido poner marcha y de este modo mi plan de
desenmascarar a esta persona, arriesgaba incluso mi propia imagen y debía
hacerme cargo de las fuertes consecuencias que esto acarrearía; pero nunca
pensé que los hechos adquirirían semejante magnitud, y mis padres serían los
perjudicados. Hoy desconozco el nivel de actuaciones a los que estos hombres
estarían dispuestos. De repente resulté conociendo una oscura cara que existe
dentro de la iglesia. Una iglesia en la cual mis padres han puesto toda su fé y
lealtad. Ahora me encuentro siendo víctima de acoso, amenazas y de robo, por
intentar destapar un secreto malvado que se esconde dentro de ella.
También
me interesa mencionar que a pesar de todo continúo con los pies en la tierra,
haciéndome cargo de mis errores, y mostrando, como en este caso, a todo el
mundo la realidad de las cosas. En este momento pongo en riesgo incluso mi
seguridad al hacer pública esta nota, pero al mismo tiempo rescato lo que me
queda de dignidad, aquella que no permitiré que sea pisoteada por ningún tipo
de líder, ya sea porque ataque o porque oculte.
No
siendo más me despido de todos, con la tranquilidad que me permite saber que
hago lo que considero conveniente y aporto un grano de arena para que aquellas
demás jóvenes (que sé que existen) que fueron igualmente víctimas de estos o
algún otro líder, se sumen a mi voz y con el coraje merecido se sinceren
igualmente ante toda la comunidad de la iglesia, que no merece ser dirigida por
esta clase de personas.
Gracias Tatiana por compartir tu experiencia. Una experiencia, terrible, pero desafortunadamente no inusual dentro de la iglesia. Primeramente, no creo que debas disculparte por tu vida personal, no les des ese poder. Tus experiencias íntimas y de vida, simplemente no son de su incumbencia. El argumento de que encontraron esto o aquello en tu ordenador para atacarte, es el mismo argumento que utilizan los violadores que le echan la culpa a que la mujer venía con minifalda. Nada justifica lo que te hicieron, no sólo el tal Sarmiento, sino la estructura misma que solapa y protege estas atrocidades.
ResponderEliminarEn lugar de que tu reputación se vea afectada, créeme que hoy, más que nunca, serás un referente, para que otras chicas acosadas puedan también desenmascarar a tales lobos.
Mi admiración por tu valentía.
Los lobos, como este datan desde el mismo José Smith, al leer la cuestionada biografía de este nefasto fundador del mormón uso. Podemos tener luces del estándar de moralidad de algunos de sus "líderes "
ResponderEliminarEnserio siempre he pensado que las personas que creen en la Iglesia son estúpidos ya que está es una organización que lo único que quiere es robar
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/estaca.bucaramanga/friends?pnref=lhc
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/johnjairo.sarmiento.1
https://www.facebook.com/jaimechavezseguros
enlaces de facebook de los famosos lideres.
el obispo que hace los mandados de los lideres:
https://www.facebook.com/javieralfonsohernandezparamo
Espero les sirva y creo que deberíamos hacer algo a respecto con esa calaña de gente
Pues si los excomulgan sería mejor así por lo menos sus nombres serán borrados de la iglesia más rápidamente. Aquí en mi ciudad en el periódico salió una noticia de un líder que acosaba a sus empleadas y no fue excomulgado, a pesar de tener averiguacion previa, y como es diputado de la ciudad , seguro hechara mano de sus influencias para salir bien librado.
ResponderEliminarQue asco
Pues si los excomulgan sería mejor así por lo menos sus nombres serán borrados de la iglesia más rápidamente. Aquí en mi ciudad en el periódico salió una noticia de un líder que acosaba a sus empleadas y no fue excomulgado, a pesar de tener averiguacion previa, y como es diputado de la ciudad , seguro hechara mano de sus influencias para salir bien librado.
ResponderEliminarQue asco
Este tipo de situaciones, donde el amiguísimo influye para repartir posiciones y otorgar garantías de impunidad, se ve no solo en Colombia, en México hay casos similares. En el Benemerito de las Américas el primer director de apellido Wagner, adulteró con la esposa de uno de los maestros de esa escuela, muchos años después llegó con su esposa del brazo a celebrar un aniversario mas de esa escuela. La única que salió perdiendo todo fué la esposa del maestro, su esposo se volvió a casar y es miembro activo de la iglesia.
ResponderEliminarAquí en México he sabido de obispos que tienen más de 4 esposas. Es una lástima que gente, a veces buena, otra que es selectiva y grosera, forme parte de esta organización y crea toda esta serie de mentiras. Lamentable todo esto...
EliminarAlgo parecido ha ocurrido también en la que fue mi rama, y la hermana fue tildada de loca.
ResponderEliminarEn mi barrio de la adolescencia el obispo sustraia de los diezmos, hasta que lo descubrieron pero como era hijo de otro exobispo muy respetado nomas lo relevaron calladamente.Me pregunto si eso es lo que indicaba hacer el manual de instrucciomes
ResponderEliminarEspero no regreses a casa por mucho tiempo (al menos no por muchi tiempo), este tipo no se sabe lo que es capaz de hacer, sabiendo que has resultado ser una espuela en su afan de cometer toda indole de fechoría y abuso/acoso total. Los animales lastimados actuan desesperadamente-espero te cuides y no te rindas en tu lucha contra sarmiento y la iglesia. Mantente fuerte. Que algun dia termine pudriendo en la carcel ese rata despreciable.
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